El rostro define la belleza de cada persona y, por eso, además de la nariz y de la frente, el mentón es una de las partes que más realza la estética facial, ya que marca un punto de referencia en la armonía facial.
La mentoplastia es una intervención quirúrgica, rápida y sencilla, cuyo objetivo es modificar el tamaño de la barbilla y así conseguir un rostro más proporcionado, armonioso y atractivo. Pero, ¿cómo? Corrigiendo las asimetrías faciales del paciente.
Cuando un paciente acude a la clínica para someterse a una mentoplastia, puede ser por razones únicamente estéticas, pero también, por problemas congénitos o deformidades faciales provocadas por un accidente o enfermedad. Sea cual sea la razón, los tipos de mentoplastia son:
Ambos tipos se realizan mediante una intervención quirúrgica, en la que el cirujano realiza una pequeña incisión intraoral, para modificar el hueso del mentón y, por ende, ofrecer los resultados estéticos esperados por el paciente.
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